Hay 15 especies de Jerbos en todo el mundo, de los que el Gerbíl Mongol (Meriones unguiculatus) es la especie más común como mascota. Los gerbiles mongoles (a los que nos referiremos como Jerbos de ahora en adelante) son nativos de las regiones desérticas de Mongolia y el noreste de China. Están activos de noche y de día, pero mucho más de noche. Son animales sociales que viven en sistemas subterráneos de túneles complejos y madrigueras. A diferencia de sus homólogos silvestres, los Jerbos que se comercializan hoy en día provienen de la cría en cautividad. Son mascotas adecuadas para novatos y su curiosidad natural hace que sea interesante observarles mientras exploran sus entornos. Los Jerbos se encuentran disponibles en una variedad de tipos de colores: agutí, negro, albino, blanco, canela, lila, azul, crema, plata y sable. Los Jerbos moteados con múltiples colores en sus capas son también populares.
Los Jerbos suelen ser mascotas amigables, limpios, silenciosos y curiosos. Raramente muerden y pueden ser fáciles de manejar.
Qué esperar de tu Jerbo
Los Jerbos suelen ser mascotas amigables, limpios, silenciosos y curiosos. Raramente muerden y pueden ser fáciles de manejar. Huelen poco y producen pocos desechos. Su pequeño tamaño hace que la preocupación por el espacio sea menor. Con un manejo adecuado los Jerbos exhiben pocos problemas en cautividad. Porque se mueven muy rápido y tienden a saltar, se deben agarrar con las palmas de las manos con la cola cerca de sus cuerpos. El cuidador debe evitar agarrarles por la punta de la cola porque la piel puede desgarrarse de la cola. Se puede inmovilizar a un Jerbo por el pliegue del cuello, detrás de la nuca, o usando una pequeña toalla envuelta alrededor de su cuerpo.
¿Tu Jerbo es macho o hembra?
Los Jerbos machos tienen escrotos oscuros y largos y la distancia ano-genital es mayor que la de las hembras. Las parejas reproductoras suelen ser monógamas y mantienen la relación de por vida. Es mejor acostumbrar a los Jerbos a sus compañeros antes de que cumplan 8 semanas de vida, para prevenir peleas. Los Jerbos adultos de cualquier sexo pueden pelear a muerte si se presentan sin cuidado una vez son adultos. Asegurar espacio suficiente en el recinto también es importante para evitar las peleas. Lo mejor es mantener los Jerbos en pares; castrar al macho puede prevenir la sobre población. Dos Jerbos del mismo sexo (de la misma camada) se pueden alojar juntos exitosamente.
¿Qué hacen los Jerbos todo el día?
Como todos los roedores, los jerbos necesitan materiales seguros para mordisquear que ayude a desgastar sus dientes en continuo crecimiento. Tacos de madera para éste propósito se encuentran disponibles en la mayoría de las tiendas de mascotas. Una rueda de ejercicios con suelo sólido y de tamaño apropiado provee de un buen escape de energía. A los jerbos les gusta construir nidos de material para ello, especialmente los meses más fríos del invierno. Una característica en común de los jerbos mascota es su propensidad para cavar incansablemente con sus patas delanteras en las esquinas de la jaula. También saltan con sus patas traseras. Los jerbos se benefician de tiempo libre supervisado fuera de la jaula.
¿Cómo deberías alimentar a tu Jerbo?
Se prefieren los piensos comerciales en vez de las mezclas de semillas. Estos piensos uniformes se pueden dar con vegetales frescos (por ejemplo: repollo, kale, brócoli, zanahorias, remolacha) y germinados.
Debe haber heno disponible, el de alfalfa es una buena fuente de calcio y es beneficioso si tenemos hembras lactantes. El consumo excesivo de semillas de girasol y otros alimentos con un alto contenido de grasas lleva a la obesidad y otros problemas de salud. Siempre debe haber agua fresca disponible para beber. Estos animales tienden a morder las botellas de agua, y aunque una botella biberón ese conveniente, se prefiere que tengan agua disponible en un bol o similar en el que no tengan que pelearse con una bolita para beber.
¿Dónde deberías alojar a tu Jerbo?
Las jaulas de plexiglás diseñadas para pequeños roedores son también adecuadas para los Jerbos; aun así debe mantenerse una rutina de limpieza. Se prefiere siempre el suelo liso antes que de rejas. Un sustrato limpio, seco, absorbente y no abrasivo de al menos 2 cm de profundidad es necesario, aunque se beneficiarán de mayores profundidades. Una buena rutina de luz son 12 horas y 12 horas de oscuridad. La temperatura ideal debe ser de entre 18–21°C con un 45–55% de humedad.
Cómo Mantener a tu Jerbo Feliz, Saludable y Seguro
Buscar atención veterinaria inmediatamente si vemos cualquier señal de enfermedad.
Los Jerbos requieren atención diaria y se mantienen mansos con el manejo frecuente.
Comida fresca y agua debe estar siempre disponible.
La jaula debe ser limpiada con frecuencia (al menos las zonas con mayor acumulación de desechos).
Provee materiales seguros para roer, como tubos de cartón o cajas y ramas libres de pesticidas o tóxicos.
Provee materiales adecuados para anidar como puede ser heno, toallas de papel o tiras de papel.
Un alojamiento adecuado debe incluir:
» Una jaula de un mínimo de 464 cm2 por Jerbo; un mínimo de 0.24 m2 para una pareja reproductora. Con un alto de al menos 14 cm.
» Ser a prueba de escapes.
» Contener un refugio.
» Incluir sustratos adecuados como papel triturado (sin tinta), pellets de papel, sustrato de pulpa de madera, paja, etc. Evita el pino, cedro o maíz como sustrato.
» Incluye un bebedero aunque son animales desérticos y beben menos agua que otros roedores.
Es importante que tu Jerbo evite:
» Cables eléctricos
» Perros, gatos, hurones y niños pequeños.
» Pesticidas y otros tóxicos
» Plantas tóxicas
» Humo de tabaco
» Viruta de cedro y pino
» Ruedas de ejercicio de rejas
» Juguetes de plástico que puedan ser rotos e ingeridos
» Suelo de rejas en el recinto
» Exposición directa al sol sin sitio de resguardo o a altas temperaturas sobre los 32ºC
Desórdenes comunes en los Jerbos
Se recomienda que tu Jerbo tenga, al menos, una revisión anual. Aun así, si notas que tu Jerbo muestra cualquiera de estos signos o síntomas, por favor, contacta a tu veterinario lo antes posible.
Trauma (incluyendo avulsión de la cola)
Malnutrición
Llagas en la nariz/eczema facial/dermatitis en la nariz
Ataques epileptiformes
Diarrea/enteritis
Maloclusión (que la boca no cierre bien)
Bultos/Cáncer/neoplasia
Obesidad
*Una adaptación de la guía para propietarios de la AEMV.*
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